Tener conexión a Internet se ha convertido en algo tan necesario como comer y beber. ¿Cómo? ¿Crees que exageramos? Piensa en las siguientes situaciones:
- Te dispones a ver ese vídeo tan chulo que te han pasado y se queda cargando. Jamás lo verás
- Estás editando un documento en la nube, es para mañana y urgente; le das a guardar y “Compruebe su conexión. Parece que algo falla”
- Vas a enviar un mensaje importante y “No tienes conexión”
Seamos sinceros, lo pasas mal, muy mal.
Cargando… ¡Conexión lenta!
En caso de que no tengas conexión o esta te vaya muy mal, sigue los siguientes consejos:
- Comprueba que estás conectado a Internet. Parece algo obvio, pero cosas peores se han visto.
- Haz un test de velocidad. Esto te puede dar una idea de que a lo mejor no es Internet lo que está fallando sino tu dispositivo.
- Reinicia el router y/o tu dispositivo. A veces nuestros aparatos deciden tomarse un respiro (suelen hacerlo en el momento menos idóneo).
- Si estás usando un cable de red, prueba a conectarlo a otro ordenador. También puedes probar a usar otro cable para descartar que sea el ordenador o el router.
- Si ya has verificado que no es el cable, ni tu ordenador, ni el router, ni tu dispositivo móvil, entonces es cuestión de probar las aplicaciones. Desactiva todo aquello que creas que está causando el problema, así irás descartando opciones. Por ejemplo, comprueba:
- Si tienes un programa de descargas abierto. Si no está bien configurado puede ralentizar bastante la conexión.
- Si se está actualizando el sistema en segundo plano. Es algo que pasa especialmente en Windows, y también en el peor momento posible.
- Si se están sincronizando archivos.
- En última instancia, llama a tu proveedor. No es la opción que más nos guste, pero a veces no queda más remedio, en especial cuando puede ser algo que esté fuera de nuestros conocimientos o se trate de un problema mayor.
¡Mejorando aún más la conexión!
A veces no es cuestión de haber perdido la conexión o de que esta sea lenta, sino simplemente queremos mejorarla. Para ello, por ejemplo coloca el router, si puedes, en el centro de la vivienda. Si no es posible, utiliza un extensor de red; y por supuesto, actualiza el firmware de tu router. Los aparatos siempre deben estar actualizados y contar con la última versión de su sistema.
Podríamos frikear un poco más, pero por hoy es suficiente, quizás en otra publicación 😉
