Implantación de tecnología

Tecnología implantada en el cuerpo humano

Actualmente, todos estamos acostumbrados a vivir rodeados de tecnología pero los avances siguen desarrollándose a ritmos frenéticos. Cuando todavía no hemos terminado de adaptarnos a cargar con nuestros gadgets en nuestros bolsillos o en nuestros bolsos parece que una nueva tendencia busca hacerse hueco en nuestras vidas. Se trata de la tecnología implantada en el cuerpo humano.

En los últimos años mucho se ha investigado sobre la creación de materiales biocompatibles, además en paralelo se ha evolucionado en la miniaturización de los chips electrónicos. Ambos elementos favorecen a que ya prácticamente sea una realidad la implantación de dispositivos electrónicos en el cuerpo, nos hemos convertido en cíborgs. Atrás quedaron esas películas o series donde nos sorprendía ver este tipo de invento, la ficción una vez más ha sido superada.

¿El chip? ¡Mejor implantado en el cuerpo!

Hace pocas semanas saltaba a los medios la empresa Chaotic Moon que presentaba su nuevo gadget, un tatuaje electrónico. Los sensores que integra junto con el microcontrolador permiten recoger, almacenar, enviar y recibir datos. Enfocan su desarrollo a un uso médico en el que el tatuaje se encarga de monitorizar la actividad física del paciente. Sin necesidad de acudir a consulta, el médico puede analizar la información y emitir diagnóstico.

Sin embargo, este no es el único caso existente. Epicenter, una empresa sueca, inició a principios de año la implantación de chips subcutáneos entre sus empleados. Esperan que algún día los sistemas de tarjetas identificativas pasen a mejor vida. Los empleados utilizan estos dispositivos para el control de acceso a las instalaciones pero no han querido limitarlo únicamente a eso, también para hacer fotocopias o pagar los cafés.

Otro ejemplo es VeriChip, el primer chip que logró la aprobación de la FDA (Food and Drug Administration). Una solución para luchar contra los secuestros, implantado debajo de la piel permite conocer la ubicación de la persona que lo porta.

La tecnología implantada todavía tiene retos por superar. Algunos creen que llegará un día que pueda integrar todo nuestros datos y funcionar como si de un DNI se tratase e incluso realizar pagos con ella, así podríamos librarnos de la multitud de tarjetas que llevamos siempre.

No todo el mundo ha acogido con buena cara estos inventos. La tecnología implantada tiene sus detractores. Es un tema delicado que plantea numerosas cuestiones éticas y despierta el escepticismo de la gente. La privacidad de la información que manejan los chips es un asunto que preocupa especialmente. El miedo a que terceras personas puedan acceder a ella y utilizar los datos queda patente cada vez que se habla de ello.

No cabe duda que habrá que estar muy atentos a como sigue evolucionando la tecnología implantada.

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