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Como la tecnología ayuda a enriquecer el cine

Nos encontramos en la semana posterior a los Óscar, son días en los que hablar de cine es casi una constante. La noche del domingo se celebró la 90ª edición de los Premios Óscar. Una gala donde La forma del agua y Guillermo del Toro fueron los grandes triunfadores, llevándose 4 de los 13 premios a los que optaba.

Y ustedes se estarán preguntando porqué en el Blog de Upper estamos hablando de cine. Realmente no les pillará por sorpresa saber que el cine y la tecnología han formado un tándem perfecto que hemos visto evolucionar, por separado y juntos, para nuestro disfrute en las salas de los cines.

En los inicios de los tiempos, la industria del cine tenía que recurrir al ingenio para crear los efectos visuales y especiales, en la mayoría de los casos se trataban de trabajos manuales y trucos analógicos. Con el paso de los años y el progreso de la tecnología, se fue introduciendo el uso del ordenador para generar digitalmente algunos de estos efectos. El primero en hacer uso de estas técnicas fue Michael Crichton en 1973 en la película Westworld. Solo las usó en dos minutos del largometraje, pero hicieron falta cuatro meses para su procesamiento. El avance en la potencia de computación de los ordenadores benefició que estas técnicas se fueran popularizando y que cada vez se haga más uso de lo digital, pasando desde generar algunas secuencias hasta hacer películas completas.

Algunos títulos han pasado a la historia no solo por la calidad de las películas sino por el hito a nivel tecnológico que supusieron para la creación de efectos especiales. Tal es el caso de Parque Jurásico, Star Wars, Matrix o Avatar.

El uso de la tecnología en el cine ha hecho que hoy en día casi nada de lo que vemos en la gran pantalla sea verdad y, a pesar de ello, lo percibamos como más real que nunca. La industria del cine apuesta por la digitalización con un doble objetivo, abaratar costes y aumentar el impacto que genera en el espectador, cada vez más difícil de sorprender.

Pero la tecnología no es solo el complemento perfecto para el cine a la hora de crear las películas, también nos puede ayudar a mejorar la experiencia del público. Aplicaciones como Dive trabajan para lograrlo.

Dive, la app ideal para los cinéfilos

Dive es una aplicación, disponible para Android, iOS y para algunos modelos de televisiones inteligentes Samsung, que nos brinda todos esos detalles y datos curiosos de las películas que siempre nos morimos de ganas por conocer. Quién no se ha quedado alguna vez pensando dónde se grabaría una determinada escena o en qué restaurante estarían cenando los protagonistas, estos y muchos datos más nos los contará Dive.

Para empezar a utilizarla tenemos que registrarnos, ya sea creando una cuenta nueva o iniciando sesión a través de Facebook o Google+. Una vez hecho, tenemos que seleccionar la película que estemos viendo. Durante unos segundos Dive se dedica a escuchar para detectar por qué parte de la emisión vamos y poder así sincronizarse. A partir de ahí empieza a dar respuesta a nuestra curiosidad en tiempo real, mostrándonos datos relacionados con la escena que esté en pantalla. Crea fichas informativas con cada uno de los detalles que nos devela, agrupándolas en más de 20 categorías (actores, lugares, moda, etc.).

Dive cuenta con una extensísima base de datos con más de 2.500 títulos, continuamente en expansión, donde recopilan todo el contenido adicional de cada escena. Por si fuera poco, no solo la podemos usar con películas, también con series.

Y si somos alumnos aventajados y sabemos algún dato que Dive desconoce, podemos proponer que se incluya esa información.

Una aplicación, nacida en España, que combina inteligencia artificial y machine learning para enriquecer nuestra experiencia mientras vemos alguna de las pelis triunfadoras de los Óscar. Nos desvelará todo lo que siempre hemos querido saber y más, ya que hay detalles que ni nos imaginábamos.

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